Cómo se usan

Obviamente no pretendo, ni creo poder, embarcarme en escribir un tratado de Fitoterapia, pues de eso se trata la pregunta. Solamente plantear algunas ideas generales que, desde otro ángulo han sido esbozadas en el tema «Medicamentos derivados de plantas».

Las plantas se pueden usar enteras o solamente algunas de sus partes (semillas, flores, hojas, tallos, corteza, raíces, rizomas, jugo, etc.). Se pueden utilizar frescas (tal el caso de compresas) o desecadas, de un uso bastante generalizado, para extraer sus principios activos o extractos.

Algunas plantas desecadas se muelen y se llevan a un polvo de partículas bastante pequeñas, que se envasan en cápsulas de gelatina o se distribuyen en polvo y se consumen de esa forma.

La extracción se puede realizar mediante una variedad de métodos, desde la clásica infusión (los populares tés de hierbas), pasando por las tisanas, las tinturas, las extracciones mediante corriente de vapor (p. ej. aceites esenciales), mediante solventes y métodos más complejos para extraer principios activos individuales y tantos más.

El uso como medicamentos va desde la infusión, la tisana o la tintura, para uso externo directamente o incorporados en cremas o unguentos (también en cosméticos), como para uso interno por vía oral hasta medicamentos inyectables con principios activos vegetales solos o asociados con medicamentos sintéticos.

Existen muchas variaciones que no puedo ni siquiera mencionar.

Un punto especial es el de la dosificación. En el caso de los principios activos aislados y estandarizados, la dosificación se hace en base a mediciones similares a la de los medicamentos sintéticos. En el caso de los extractos «crudos» la dosificación es, muchas veces, menos precisa y se basa en pruebas no tan rigurosas e incluso en la sabiduría popular.

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