Los secretos del tomate

El tomate, hoy una super fruta, una super verdura, un super alimento, con propiedades que se conocen desde hace mucho tiempo y que se han revalorizado en la actualidad, mediante una serie de pruebas científicas que avalan su importancia. La búsqueda de información produjo una avalancha de aseveraciones, muchas con base científica de laboratorio, otras con pruebas en humanos y otras basadas en el «saber popular».

En la mayoría de los casos los científicos establecen que hacen falta más investigaciones para afirmar en forma concluyente que estas propiedades se cumplen en seres humanos y también concuerdan en la discordancia, los mecanismos de acción varían de un investigador a otro.

Todo un misterio, o varios.

No cabe duda, las propiedades medicinales del tomate son casi únicas, se comparan favorablemente con las de la manzana, con las de la frutilla, con las del brócoli y tantos otros de los llamados super alimentos. Una característica muy especial es que mantiene o incrementa la mayoría de sus actividades al ser procesado, incluso con calor.

a) Disminuye el riesgo de aparición y desarrollo de varios tipos de tumores.

Cáncer de prostáta, pulmón, mama y varios del tracto digestivo. Esta actividad se asocia la presencia de licopeno (potente antioxidante inhibidor de células tumorales), de algunos de sus metabolitos y de otros bioflavonoides (carotenoides sin color, fitoeno y fitoflueno), de los ácidos clorogénico y cumárico (inhibidores de las nitrosamidas), de algunas saponinas que producen apoptosis y en el caso del tumor de mama con el aumento de la hormona adiponectina, reguladora de los niveles de glucosa y de grasa.

Se menciona asimismo una interferencia con la formación de vasos sanguíneos que deben aportar sangre a los tejidos rumorales, una detención del ciclo celular y de la invasión de tejidos y la formación de metástasis. La protección del licopeno y otros antioxidantes contra el daño de los rayos ultravioletas en la piel, previene la aparición de tumores de piel.

Cuáles son los mecanismos principales y cuáles los que actúan en los distintos tipos de tumores, hasta ahora no hay consenso.

b) Evita enfermedades cardiovasculares incluyendo infartos (estos en menor medida).

La interferencia en la oxidación del colesterol LDL, por tanto del endurecimiento de las arterias, una notable actividad antiinflamatoria y el control de la presión arterial (por parte del endotelio vascular) son algunas de las acciones pertinentes. El potasio, presente en el tomate en buena cantidad, es importante. Algunos mencionan la participación del GABA.

Se ha observado la disminución de la agregación plaquetaria con el consumo de tomate, con lo que disminuye el riesgo de la formación de trombos.

El control de niveles elevados de homocisteína, por parte de la Vitamina B6 y el folato, evita roturas de las paredes de los vasos sanguíneos.

c) En forma paralela reduce el colesterol.

Se ha destacado que disminuye la formación del colesterol malo, inhibiendo un proceso enzimático. De forma paralela se ha comprobado que incrementa el colesterol bueno. En estos casos también el licopeno es fundamental, aunque podrían intervenir otros principios activos, incluyendo la fibra y algunas vitaminas.

Se enfatiza que la acción conjunta de sus sustancias activas posee mayor eficacia que cada una por separado.

d) Evita la ateroesclerosis.

El tomate y sus derivados en la dieta disminuyen el estrés oxidativo y la respuesta inflamatoria creada a partir de ese cuadro. Como consecuencia disminuyen las condiciones para la aparición de lesiones vasculares conocidas como ateroesclerosis. Son varias las sustancias responsables de esta actividad.

e) Fortalece el sistema inmune.

El tomate aumenta la resistencia a infecciones y refuerza el sistema inmunológico con su aporte de Vitamina C, A y E y minerales.

Se menciona la necesidad de consumirlo con precaución cuando existen problemas digestivos de tipo inflamatorio y en los casos de predisposición a los cálculos renales y biliares.

f) Es un eficaz depurador y estimula al hígado a expulsar toxinas resultantes del metabolismo. Su acción diurética participa en ello (alto contenido en potasio y bajo en sodio). Asimismo se ha observado un efecto positivo sobre la acumulación de metales pesados en el hígado El tomate ayuda a regular los fluidos del organismo. Equilibrio de líquidos. En esfuerzos físicos fuertes actúa como energizante. Como se mencionó es muy rico en potasio, mineral que interviene en la regulación de líquidos corporales.

g) Regula el azúcar en la sangre. Los tomates son una buena fuente de cromo, que se ha demostrado ayuda a mantener los niveles de azúcar en niveles normales. Por tanto es útil en casos de cuadros de Diabetes tipo II. La buena cantidad de potasio presente es asimismo relevante, ya que el potaio interviene en la regulación de los niveles de glucosa en sangre. La presencia de los antioxidantes mencionados contribuye a evitar el daño del material genético, al que se atribuye la aparición de enfermedades crónicas con la edad, entre ellas la diabetes.

h) Cura las heridas. El tomate ayuda a que la cicatrización de algunas heridas sea más rápida. Ayuda a la recuperación de la piel afectada por quemaduras solares. Su contenido en vitaminas y antioxidantes lo explica.

i) Es anti-inflamatorio. La inflamación, un proceso normal de defensa del organismo, puede no ser debidamente controlado y producir o contribuir a una serie de enfermedades crónicas importantes, asma, diabetes, ateroesclerosis, psoriasis, deficiencias mentales, etc. Se ha comprobado que el consumo de tomate y sus derivados (a través del licopeno principalmente) produce una disminución importantes de sustancias (citokinas o citocinas) que disparan los mecanismos inflamatorios, inhibición de mediadores pro inflamatorios y disminución de la actividad de varias otras sustancias involucradas.

j) Reduce el riesgo de osteoporosis. El tomate contiene importantes cantidades de calcio y vitamina K, ambas sustancias esenciales para fortalecer y reparar el tejido óseo.

k) Su contenido en riboflavina (vitamina B2) ha explicado la disminución lograda en ataques de migraña, observada con el consumo diario de tomates frescos o procesados.

l) Mejora la visión. Por su alto contenido en betacaroteno (provitamina A) contribuye e una mejoría ocular. Asimismo la disminución de la oxidación lipídica lograda por los antioxidantes previene el sindrome de degeneración macular, que afecta la visión central especialmente. Por otra parte el contenido en vitamina C ayuda a la prevención de cataratas.

m) El consumo de tomates frescos y procesados previenen el daño al ADN, debido a su elevado contenido en antioxidantes, tanto vitaminas A y C, como licopeno, glutatión, quercetina, etc. Con ello se disminuye el riesgo de aparición de enfermedades relcionadas con la edad, ateroesclerosis, diabetes, etc.

n) Otras propiedades, ayuda a las personas de tercera edad a mantenerse activas y mentalmente alertas, regula el tránsito intestinal, calma la comezón, combate infecciones de la piel por hongos.

Queda por discutir la importancia de su asociación con otros alimentos y el uso de algunos de sus principios activos en medicamentos y suplementos. Principalmente basados en las investigaciones sobre modificaciones de técnicas e ingeniería genética de los cultivos.

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