A medida que voy investigando nuevos trabajos que mencionan los efectos del hábito (o de la adicción) de fumar me van apareciendo argumentos muy valederos para aconsejar a los fumadores.
En este caso se trata de las madres en su etapa de gestación. Hay crecientes evidencias de modificaciones del material genético del feto, en madres fumadoras. El mecanismo no ha sido totalmente elucidado, pero hay convencimiento de los investigadores que esta modificación está asociado con una serie de problemas de salud después del nacimiento.
Tal el caso de la aparición de asma en los niños, la posibilidad de presentar enfermedad cardiovascular y un funcionamiento pulmonar disminuído después de los 50 años. Asimismo existe mayor predisposición de esos individuos de adquirir el hábito de fumar que aquellos de madres no fumadoras.
Y un puntillazo final, estos cambios podrían no solo afectar a estos futuros seres, sino que también a las generaciones siguientes.